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Consideren la naturaleza como contexto saludable y necesario para la educación

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Esta petición ha sido creada por Asociación N. y no necesariamente representa la opinión de la comunidad de Avaaz
Asociación N.
creó esta petición para
Personas e instituciones responsables de la respuesta educativa ante la situación actual
  • Espacios educativos seguros… y mucho más
La pandemia de la Covid-19 va a marcar un hito en muchos aspectos de nuestras vidas y la educación va a ser uno de ellos. Tenemos que adaptarnos a una nueva realidad en la que primarán la salud y seguridad de la infancia y del personal en los centros educativos. Una de las consecuencias de esta adaptación será la reducción de la cantidad de alumnado por aula, lo cual significa que no podrán acudir al colegio con la frecuencia o duración habituales.Esto va a suponer un reto importante para familias y centros educativos y requerirá de un aumento significativo de recursos técnicos, humanos y económicos para que pueda ser llevado a cabo. La educación en la naturaleza puede brindar una solución inmediata a casi todos estos problemas a la vez que aborda la causa última de la presente pandemia.  Cabe señalar que la aparición del virus SARS-CoV-2 está relacionada con la excesiva presión que ejercemos sobre la naturaleza, mediante una perversa combinación de sobreexplotación de recursos, destrucción de hábitats silvestres, cambio climático y consumo de fauna salvaje. Tenemos la gran oportunidad y la obligación responsable de repensar nuestra relación con la naturaleza y trasladar ese nuevo modelo de vida a la infancia. Aprovechar la experiencia de los espacios educativos en la naturaleza, en este contexto, es vital.
  • Antecedentes
No es la primera vez que sucede algo así. En Dinamarca, a principios de los años 50 del pasado siglo, hubo una gran demanda de escuelas infantiles para acoger a los hijos y a las hijas de mujeres que habían quedado viudas tras la Segunda Guerra Mundial y necesitaban incorporarse al mercado laboral. Dado que no había aulas suficientes, idearon un sistema de rotación mediante el cual un grupo pasaba algunos días en el aula y otros, al aire libre. Así es como surgieron las escuelas en la naturaleza modernas en Europa, hoy en día extendidas por todo el mundo. En países con sistemas educativos de reconocida solvencia, como Suecia, Noruega, Alemania, República Checa, Reino Unido… estas escuelas están homologadas y las autoridades impulsan y apoyan su creación. En algunos de ellos, hasta el 25% de la población está escolarizada en estos centros. En España existen desde el año 2011 y hoy hay varias decenas operativas en todo el territorio nacional.
  • Un modelo para seguir
Hay muchos tipos de escuelas infantiles en la naturaleza, aunque cabe distinguir dos grandes categorías. Por un lado, están aquellas que tienen un grupo fijo de niños y niñas que acuden a diario, desarrollan su actividad al aire libre y la naturaleza constituye su espacio de referencia. Por otro, está el modelo de educación combinada mediante el cual el alumnado acude a un centro convencional parte del tiempo y la otra parte, se unen a un espacio educativo al aire libre en su zona.El ritmo puede ir de varios días a la semana a una semana al mes, por ejemplo. Lo importante es que las tareas pedagógicas se reparten de forma equitativa entre los dos espacios y sus responsables.Este modelo lleva décadas implementándose en Europa, con especial incidencia en Reino Unido, donde existen centenares de espacios de educación en la naturaleza (Forest Schools) que tienen convenios con las escuelas cercanas.Aunque la etapa más habitual para practicar este modelo combinado es en infantil (0-6 años), hay muchos ejemplos de escuelas de primaria e incluso secundaria en intenso contacto con el medio natural (es el caso de las Waldschulen en Alemania o las escuelas I Ur och Skur en Suecia). En estos países existe además formación reglada para el personal de estos centros, que se preparan para el acompañamiento de grupos de cualquier edad al aire libre, con una adecuada planificación pedagógica, de seguridad, logística y con un profundo conocimiento del medio.De esta manera se garantiza la continuidad y el seguimiento de la escolarización en adecuadas condiciones.
  • Beneficios de la educación en la naturaleza
Educar en la naturaleza, sea de forma permanente o combinada, tiene importantes beneficios para el desarrollo, el bienestar y la salud de la infancia, sobre todo en las etapas más tempranas.Permanecer en la naturaleza permite un aprendizaje directo, empírico y autónomo.La abundancia de espacio y material no estructurado invita a la indagación, la exploración y la experimentación, fomenta la mirada crítica y fortalece la resiliencia de los niños y las niñas. Moverse al aire libre, en un entorno no preparado pero seguro, es un precursor de salud y fortaleza física.En el exterior, es más sencillo mantener las distancias de seguridad, las infecciones se transmiten con más dificultad y el contacto con el aire y el sol fortalece las defensas. Por ello constituye además un espacio más seguro que un aula.Es también conocido el efecto restaurador que tiene el contacto con entornos naturales, pues transmiten serenidad y moderan el estrés, incluso a edades tempranas. En el contexto del trauma colectivo que ha supuesto el confinamiento, más intenso en la infancia, se trata de un aspecto de capital importancia. En estos momentos, más que nunca, los espacios educativos en la naturaleza son refugios seguros y necesarios.  La idea no es nueva. A principios del siglo XX surgieron en todo el mundo las escuelas al aire libre, a imagen y semejanza de la Escuela Charlottenburg en Berlín, fundada en 1904. El objetivo principal de éstas era prevenir o mejorar a enfermos de patologías respiratorias gracias a la permanencia en el exterior, de ahí que este movimiento se conociera también como “higienista”. Intelectuales de la talla de Rabindranath Tagore o León Tolstói fundaron sus propias escuelas con esta filosofía. En España tomaron el testigo figuras como Rosa Sensat o Francisco Giner de los Ríos, referentes que están hoy de plena actualidad.
  • La experiencia de la Asociación Nacional de Educación en la Naturaleza EdNa
La Asociación EdNa nació en Galicia en el año 2015, impulsada por las fundadoras de iniciativas pioneras de educación en la naturaleza en España. Tiene como fin aunar el movimiento de la educación en la naturaleza en nuestro país y trabaja en tres grandes áreas: criterios de calidad para las escuelas en la naturaleza, formación para profesionales con interés en desarrollarse en este ámbito y asesoramiento para proyectos emergentes.Tiene además una fuerte presencia internacional: es socia de la Federación Internacional de Escuelas en el Bosque, miembro de la Children and Nature Network y es embajadora de la infancia en el movimiento mundial “Children in Nature Worldwide hand in hand”.Entre sus directivas hay pedagogas, maestras, trabajadoras sociales, biólogas, profesoras de universidad, con décadas de experiencia en educación formal y no formal. Entre todas suman alianzas con escuelas y entidades de educación en la naturaleza de todo el mundo y han publicado diversas obras sobre la materia.
  • Una mirada hacia el futuro…
A raíz de la pandemia de la Covid-19, son muchas las voces que se alzan para que volvamos a una vida en la que prestemos mayor atención a la salud, a la sostenibilidad, a la equidad, a una economía justa y, sobre todo, a un nuevo paradigma ambiental.Un par de meses antes del estallido de la pandemia, estuvo Greta Thunberg en la Cumbre del Clima de Madrid clamando por una mayor consciencia sobre esta otra crisis que se nos avecina. No son hechos independientes, como se ha visto. Ya se han celebrado manifestaciones en Francia o Suiza clamando por una vida más consciente, pero quizá de quien más debamos aprender en esta situación es de Italia, nuestra hermana mayor en esta situación.Es precisamente en Italia donde se está apostando por una educación combinada como solución a este problema.Aulas y naturaleza. Ofrezcamos a la infancia lo mejor de ambos mundos y todos, ella y los demás, tendremos un futuro mejor.

Por todo ello los y las abajo firmantes…
  • Manifestamos que no podemos obviar la experiencia de diversos países, entre ellos España, que demuestra que la Educación en la Naturaleza, en sus distintas formas, es un modelo pedagógico favorecedor del desarrollo integral de los niños y las niñas.
  • Reconocemos que educar en la naturaleza, sea de forma permanente o combinada, tiene importantes beneficios para el desarrollo, el bienestar y la salud de la infancia, sobre todo en las etapas más tempranas.
  • Creemos que es el momento de abrir la mirada y acercarnos a la naturaleza, para conocerla mejor y protegerla en este cambio que se nos presenta a nivel global, y sabemos que la educación es fundamental para aprender a vivir esta nueva realidad.
  • Afirmamos que la naturaleza, es un contexto saludable y seguro para la infancia y en estos momentos, más que nunca, los espacios naturales pueden y deben constituirse como entornos educativos complementarios a las aulas.
Publicado (Actualizado )