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Gobiernos de los países de América Latina: Solidaridad con México ante las agresiones de Donald Trump

Gobiernos de los países de América Latina: Solidaridad con México ante las agresiones de Donald Trump

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Esta petición ha sido creada por Gerardo C. y no necesariamente representa la opinión de la comunidad de Avaaz
Gerardo C.
creó esta petición para
Gobiernos de los países de América Latina
DECLARACIÓN DE SOLIDARIDAD CON MÉXICO




“El gobierno (…) opera como el fuego; es un
sirviente peligroso  y un amo temible; en ningún momento se debe permitir
que manos irresponsables lo controlen”
. George Washington  



El presidente Donald Trump
ha  lanzado –ya como precandidato del P. Republicano, ahora como
mandatario electo&dash sus ataques a diestra y siniestra. Sus agresiones,
inadmisibles todas, nos duelen en particular cuando han sido dirigidas hacia
uno de los más generosos (solidario con todos los perseguidos por las
dictaduras) y uno de los más distinguidos (ninguna cultura en el continente
americano  tiene el pasado y el presente de la mexicana) países de la
región. Hablamos de México, a quien tanto debemos y admiramos.



El silencio estridente  sobre estas
agresiones comienza lentamente a superarse. El  ataque de Trump a este
país hermano ha motivado expresa preocupación por parte de los presidentes de
Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. También  los gobiernos
de Argentina y Brasil, dos de los socios del MERCOSUR, han manifestado  su
disconformidad por  la construcción de un muro fronterizo entre México y
Estados Unidos. Con posterioridad Macri  se comunicó telefónicamente con
Peña Nieto para expresarle su apoyo  ante los ataques de Trump. Y Tabaré
Vázquez ha dicho que el decreto migratorio que busca impulsar el presidente de
Estados Unidos es "terrible" y un "retroceso que busca borrar de
un plumazo la historia de ese país".  Los organismos internacionales
y diversas instituciones y países de distintos continentes han expresado de
manera explícita su rechazo al anuncio de políticas por parte del nuevo
presidente  que  violan  los más elementales derechos humanos y
están reñidas con las buenas prácticas que garantizan la paz internacional.

Los demás países de la región han guardado
silencio.  Incluso la  CELAC (organismo que hemos creado. se supone,
para  que la región gane independencia), que celebró su IV cumbre en Quito
a fines de enero de 2017, no  encontró motivo para hacer la más mínima reflexión
sobre  la arremetida de Trump contra el vecino. Quizá ese silencio 
pueda atribuirse –como ha manifestado la canciller Malcorra, de
Argentina&dash  a la manida “prudencia diplomática”&colon “Latinoamérica  no
es más dura con Trump, ha dicho la canciller argentina, porque México no lo
pide, busca un acercamiento”. En verdad, no parece una explicación convincente.

 

Las amenazas del
presidente Trump, algunas en proceso de concreción, tendrán un impacto muy
grave sobre la economía y la sociedad mexicanas en el corto plazo, perjudicando
en particular a los más pobres.  Además, las deportaciones de millones de
mexicanos, si bien no harían más que acentuar las políticas de gobiernos
anteriores, están cargadas ahora de una retórica xenófoba y racista, plagada de
acusaciones injustas, falsas  y denigrantes para los mexicanos y, por
ende, para todos los latinoamericanos.

Hay aquí un tema central que refiere a los
derechos de los emigrantes e inmigrantes y en esa perspectiva –en el contexto
actual que también se encuentra presente en otras regiones del planeta&dash, el
tono, los énfasis y las amenazas del nuevo presidente de EEUU generan gran
preocupación. Es potestad de  los países, por cierto, definir sus
políticas migratorias, pero esas políticas, como han mencionado varios
organismos internacionales, deben respetar  los derechos económicos,
sociales, culturales, civiles y políticos  de los involucrados, porque
cada uno de ellos es, en definitiva, una persona titular de derechos, igual que
cualquier ciudadano.

Los  más de veinte años invertidos en 
la construcción  de un acuerdo entre vecinos (propuesto por cierto por el
poderoso) parecería que fueron un error y resulta que ahora a EEUU ya no le
sirve. Y un líder autoritario, practicante del populismo  más desembozado,
sin duda desconocedor del Derecho Internacional, golpea a su socio sin evaluar
las consecuencias.  La forma y los tiempos, además del apego a la ley
internacional y a  las cláusulas del tratado,  son de especial
importancia.  El  rechazo estridente,  los anuncios
irresponsables por twitter, las amenazas  constantes y la voluntad de
imponer más que de negociar, solo pueden acarrear males innecesarios 
para  ambas partes, pero sobre todo para  el socio más débil. Los
desplantes  de Trump referidos a México y al TLCAN  le han paralizado
al vecino,  hasta  el momento,  inversiones por al menos 4.427
millones de dólares, ha señalado el periódico Excelsior.

 

En suma, México está
siendo sometido a un ataque  ruin. Construir  un muro en la
frontera  &dashcomo ha dicho un expresidente  de Chile&dash no es sólo una
barrera inaceptable contra el pueblo mexicano, sino una barrera entre Estados
Unidos y América Latina. Así debe ser interpretado este hecho ominoso. Este no
es, precisamente, el momento para que América Latina guarde silencio. El estilo
Trump, con sus desplantes, su irrespeto a las normas civilizadas de
convivencia, su racismo (hasta la web en castellano estuvo suspendida en la
Casa Blanca durante unos días), su vocación por sacar a flote  lo peor que
cada uno  lleva  adentro –como bien conocimos en las tiranías del
siglo XX&dashno se circunscribe  tan  sólo a México, aunque ese país
hermano es uno de los principales afectados.

 

Nos involucra a todos y es
hora para que diplomacias firmes, profesionales, soberanas, hagan saber que
ciertas cosas no  las debemos tolerar en silencio. Fue una ilustre
norteamericana (Ella Wheeler Wilcox) poeta nacida en Wisconsin en el siglo XIX,
la que dijo “El pecado de guardar silencio cuando se debe protestar transforma
a un hombre en un pusilánime”.





Siguen firmas
Marcelo Abdala

Coriún Aharonián

Andres Altesor

Ivan Altesor

Fernando Antía

Garabed Arakelián

Mariano Arana

Jorge Arbeleche

Felipe Arocena

Rodrigo Arocena

Amelia Bianchi

Lincoln Bizzozero

María Bonino

Magdalena Broquetas

Ana Buriano

Adriana Cabrera Esteve

Gerardo Caetano

Soledad Capurro

Marcos Carámbula

Nelson Carro

Laura Carlevaro

Lucila Carvajal

Julio Calzada

Héctor Cancela

Soledad Capurro

Monica Casalet

Pablo Cayota

Enrique Coraza

Alberto Couriel

Karla Chagas

Pablo Chilibroste

Ana Danieli

Gabriel Delacoste

Claudia Delisio

José Luis Detta

Oscar Destouet

Ana Diamant

Marta Díaz

Gabriela Dutrenit

Monica Dutrenit

Silvia Dutrenit

Adolfo Elizaincín

Alma Espino

Ana María Ferrari

Wilson Fernández

Miguel Fernández Galeano

Wilson Fernández Luzuriaga

Virginia Ferrari

Clara Fassler

Carlos Flanagan

Ana Frega

Heber Freitas

Jorge Franco

Fernando Gambera

Mario García

Daniel Gatti

Macarena Gelman

Daniel Gil

Marcelo Gigena

Gastón Goyret

Carlos González

Fernando Gonzalez Guyer

Julián González Guyer

Natalia Gras

Pablo Harari

Alvaro Heinzen

Helena Heinzen

Nila Heredia

Belela Herrera

Teresa Herrera

Roberto Kreimerman

Jorge Lanzaro

Gustavo Leal

Elsa Leone

Camilo López Burián

Carlos Luppi

Ignacio Martínez

Virginia Martínez

Enrique Martinez Larrechea

Naguey Mancilla

Aldo Marchesi

Virgnia Martínez

Mónica Maronna

Roberto Markarian

Gabriel Mazzarovich

Marcelo Mondelli

Fernanda Mora

María Inés Moraes

Salvador Neves

Daniel Olesker

Yamandú Orsi

Alvaro Padrón

Nicolás Palleiro

Adela Pellegrino

Gabriel Peluffo Linari

Fernando Pereira

Ignacio Pla

Marta Ponce de León

Fernando Porta

Rafael Porzecanski

Martín Puchet

Ana Puchet

Carolina Puchet

Rodrigo Puchet

Celia Quijano

José Manuel Quijano

Gregory Randall

Lucia Rodriguez

Federico Rodríguex DuPont

Gonzalo Rodríguez Gigena

Gabriel Rodríguez Shaw

José Rodríguez Shaw

Raquel Rodríguez Sanguinetti

Milton Romani

Liber Romero

Edgardo Rubianes

Mariella Salaberry

Alejandro Sánchez

Alfredo Sanchez

Rafael Sanseviero

Daniel Santín

Florencia Sanz

Oscar Sarlo

Salvador Schelloto

Jorge Schellemberg

Anne Shaw

Marisa Silva 

Carmen Silveira

Judith Sutz

Oscar Ugarteche

Juan Angel Urruzola

Gonzalo Varela

José “Pepe” Vázquez

Daniel Viglietti

Luis Vignolo

Ricardo Vilaró

Marcelo Viñar

Maren Viñar Ulriksen

Daniel Viñar Ulriksen

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