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Detengamos la matanza de delfines

A Bárður á Steig Nielsen, primer ministro de las Islas Feroe:

Como ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo, nos entristece profundamente lo sucedido en el último Grindadráp -- un sentimiento que comparte más de la mitad de la sociedad feroesa. Todos pensamos que esta cacería debería estar prohibida. Aunque respetamos las tradiciones, el mundo está evolucionando y nuestras culturas deben hacerlo con él. Le exigimos que establezca de inmediato una moratoria para dichas cacerías mientras encarga una evaluación científica rigurosa, con la esperanza y la convicción sinceras de que esta práctica se elimine definitivamente.

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Detengamos la matanza de delfines

Los feroeses lo llaman Grindadráp -- una brutal cacería en la que se acorrala a centenares de delfines en una bahía y luego se los masacra.

Sin embargo, este año ha ido más allá.

Llevaron a más de 1400 delfines hasta la playa, donde los sacrificaron uno a uno. Los pescadores apalearon a los pobres animales aterrorizados, dando muerte también a crías y a hembras preñadas. Muchos murieron de asfixia en la orilla. Unos días después mataron además a 53 calderones.

Los delfines son una de las especies más inteligentes de la Tierra. Son capaces de almacenar recuerdos y se llaman los unos a los otros por el nombre. Saben lo que es la alegría… Y el dolor. Imagina el pavor que debieron de sentir en aquella ensenada sangrienta.

Estas cacerías brutales deben cesar.

Más de la mitad de la población de las islas desea el fin de la caza de delfines y, a raíz de un enorme escándalo público, el primer ministro se comprometió a revisar su normativa -- pero existe un riesgo real de que la evaluación se falsee y todo quede en papel mojado. No podemos permitirlo. Con un millón de voces, conseguiríamos volver a poner el asunto en la agenda y ejerceríamos más presión sobre el primer ministro. Firma antes de que tenga lugar la próxima cacería.

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