Encontraron a Janika, de 14 años, medio desnuda en el patio de la casa de su abuela. La habían violado y golpeado hasta la muerte con un ladrillo. Es otra víctima de la espeluznante epidemia de violaciones que está arrasando Sudáfrica.

Es horrible -- pero ahora podemos hacer algo al respecto.

Un programa educativo avalado científicamente, impartido entre cientos de miles de jóvenes de África oriental, ha reducido el número de violaciones a la MITAD. Los monitores van a las escuelas a enseñarles a los niños consentimiento y cómo defender a las mujeres, mientras que las niñas aprenden autodefensa y cómo detectar el peligro. ¡Los organizadores dicen que han evitado más de 200 mil agresiones!

Ahora quieren lanzarlo por toda África, donde casi la mitad de las mujeres han sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida. Pero para hacerlo necesitan fondos -- y están pidiéndole ayuda a nuestro movimiento.

Si recaudamos lo suficiente, podemos ayudar a que este innovador programa se difunda por todo el continente y lanzar campañas urgentes para acabar con la violencia contra las mujeres a nivel mundial. Empezando por Sudáfrica, contrataremos a monitores de talla mundial para que capaciten al menos a diez mil niñas y niños, y apoyaremos investigaciones pioneras que lleven este modelo por todo el mundo.

Ninguna niña debería pasar por el horror que tuvo que enfrentar Janika -- así que contribuye ya para ayudarnos a reducir las violaciones a la mitad.