Me llamo Nelson Ole Reiyia y soy un líder masái de Kenia.

Hace unos años, la ayuda de los miembros de Avaaz nos permitió crear Nashulai, el primer proyecto de conservación del mundo dirigido por masáis.

Al unir nuestras tierras, abrimos un corredor migratorio indispensable para la fauna silvestre: la pieza que faltaba para conectar los grandes ecosistemas del Masái Mara y del Serengueti. Ahora, nuestras familias conviven en armonía con la naturaleza, y los guardabosques masáis impiden la caza furtiva.

También recuperamos un antiguo lugar de alumbramiento de elefantas, ¡y el año pasado presenciamos el nacimiento de 25 crías de elefante! Tenemos la esperanza de convertir nuestra zona de conservación en el corredor de fauna salvaje más largo de África Oriental.

Pero te escribo porque todo esto corre peligro.

Los gastos se están disparando y, para colmo, no podemos acceder a la mayoría de fondos para la conservación porque están pensados para parques naturales tradicionales, los mismos que desplazan a mi gente y la obligan a marcharse a la ciudad a vivir en barrios marginales y asentamientos precarios. Sin financiación, nos enfrentamos al mismo futuro.

Avaaz ya ha sido crucial para nuestra comunidad y hoy me atrevo a recurrir de nuevo a ustedes. Sus donaciones servirán para mantener viva nuestra bella zona de conservación, hogar de una variada fauna salvaje y de miles de familias como la mía. Sus contribuciones nos permitirían pagar a nuestros guardabosques, garantizar que nuestros hijos e hijas puedan seguir yendo a la escuela y que toda nuestra comunidad tenga asistencia sanitaria. También estarían impulsando otras campañas de Avaaz para defender los derechos indígenas en otras partes del mundo.

Somos los guardianes de los ríos, de las sabanas y de la fauna salvaje, tesoros que hoy agonizan en nuestro planeta. Pero no podemos protegerlos solos. Por favor, ¡dona ya lo que puedas!