Te escribo desde Uganda, donde está a punto de aprobarse una cruel ley contra la comunidad LGTBIQ+. Nos están dando caza como si fuéramos animales.

Hace unos días, los vecinos de una persona transgénero la castraron con un cuchillo de cocina. No pudimos acudir a la policía porque nos habrían detenido, y tuvimos que buscar un médico que nos ayudara ya que la mayoría evita hacerlo.

Nos están despidiendo del trabajo, nuestras familias nos rechazan, nos echan de casa, nos dan palizas, nos violan… O peor.

Te pido por favor que nos apoyes.

Este podría ser nuestro último grito de socorro. Una vez se apruebe la ley, cualquier cosa que hagamos será ilegal, incluido el envío de correos como este o recaudar fondos. Pero todavía hay un estrecho margen para que los grupos LGTBIQ+ reciban apoyo, y tu donación podría ayudarnos a salvar vidas.

Financiarías casas de acogida para que la gente pueda encontrar refugio, así como asistencia médica de emergencia y atención psicológica. Necesitamos más centros de acogida urgentemente porque constantemente nos vemos obligados a huir de turbas enfurecidas.

Estamos hasta arriba de peticiones desesperadas de auxilio pero sin más fondos solo podremos ayudar a una fracción minúscula de gente. Estoy destrozado, y no sé adónde más acudir.

Y todo por cómo y a quiénes amamos. Frente a una violencia y crueldad inimaginables, por favor, defiende nuestro derecho a amar. Dona ya lo que puedas.