Mientras Elon Musk pagó durante años unos impuestos anuales reales de poco más del 3%, una vendedora de arroz en Uganda tributa un 40%. Ella gana 80 dólares al mes y él tiene una fortuna valorada en 180 mil millones de dólares.
Hay una manera directa de reducir esta brecha: gravar más a los megamillonarios. Y ahora es el momento. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está pidiendo un impuesto histórico a las personas con mega fortunas, España y Argentina ya lo han hecho, Brasil también se lo está planteando y, con la presión pública suficiente, otros líderes podrían seguir su ejemplo.
Si los mega ricos del mundo pagaran un impuesto a la riqueza de hasta el 5%, ¡se podría recaudar dinero suficiente para sacar de la pobreza a 2 mil millones de personas! Reunamos un millón de voces para exigir a los gobiernos del G20 que graven ya las grandes fortunas de los megamillonarios. Firma y Avaaz entregará nuestra petición antes del encuentro para que los líderes mundiales no puedan obviarla.
*Usamos el concepto de “impuestos anuales reales”, acuñado por ProPublica en su informe de 2021, para referirnos a la cantidad tributada en un año comparada con el crecimiento anual estimado de la fortuna. Así, según los datos filtrados del Servicio Interno de Impuestos de Estados Unidos, la tasa impositiva real de Elon Musk entre 2014 y 2018 fue en promedio del 3,27%.
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