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La Ley de Servicios Digitales y cómo puede mejorar Internet

Internet es una caja de herramientas alucinante. A través de ella podemos conectarnos, aprender, informarnos y comunicarnos incluso a kilómetros de distancia. Pero tiene su lado oscuro – Avaaz ha informado sobre el daño que plataformas como Facebook, YouTube, Twitter o WhatsApp pueden causarle a las minorías vulnerables , a nuestra salud , a las elecciones y a la psicología de la juventud . De múltiples formas, los discursos de odio, la desinformación y el contenido nocivo se han vuelto como el CO2: contaminan nuestros espacios digitales.

Pero ahora, la UE ha presentado la Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés); una ley que podría convertirse en algo así como el equivalente digital al Acuerdo de París sobre Cambio Climático y que haría rendir cuentas a las plataformas de redes sociales por la toxicidad de nuestros ecosistemas informativos, obligándolas a reducirla.

¿Cómo puede la Ley de Servicios Digitales mejorar las plataformas de redes sociales?

1) Contribuirá a que los algoritmos de las redes sociales sean menos tóxicos
Las plataformas serán responsables del daño que causen a nuestras sociedades, e incluso se las podrá obligar a modificar su funcionamiento para prevenir dicho daño. P. ej. Minimizar la difusión de contenido nocivo, como la desinformación o los discursos de odio.

Es una revolución en la forma en que opera Silicon Valley. Las redes sociales como Facebook y YouTube no son simples plataformas neutras: utilizan algoritmos para seleccionar el contenido que consideran que nos podría interesar para mantenernos pegados a sus servicios. Hacen esto sobre todo porque cuanto más tiempo pasamos allí, más anuncios vemos y más dinero ganan. El problema es que estos contenidos altamente atractivos pueden ser nocivos, ya que a menudo contienen desinformación, discursos de odio o narrativas que fomentan los trastornos alimenticios.

Con la DSA, las grandes plataformas tecnológicas deberán examinar minuciosamente sus servicios para identificar las causas del daño. Y la UE puede hacerles arreglarlo, ya sea rediseñando el algoritmo, mejorando la calidad de la moderación del contenido o etiquetando información reconocidamente falsa.

Proteger la libertad de expresión ha sido una prioridad en el desarrollo de la DSA, por lo que el texto contiene múltiples controles y contrapesos para evitar abusos y también para detectar errores. Un ejemplo importante es garantizar que un usuario pueda apelar si cree que la plataforma ha tomado la decisión equivocada, como por ejemplo haber degradado o eliminado injustamente su perfil o una publicación. Y, algo verdaderamente crucial: las plataformas deberán explicar sus decisiones (ver punto 2).

2) Obligará a las plataformas a ser MUCHO más transparentes
La DSA impulsará un gran cambio en la cultura de la transparencia requerida por las plataformas tecnológicas: desde explicarle a usuarios y reguladores cómo funcionan sus algoritmos hasta publicar informes sobre los problemas identificados y lo que están haciendo para solucionarlos, pasando por permitir que investigadores y organizaciones de confianza estudien y analicen la forma en que funcionan las plataformas para identificar otros posibles daños.

Hasta ahora, sobre todo empresas privadas habían sido las que decidían las reglas que gobiernan nuestro debate público en Internet, incluido lo que está permitido y lo que no. Y lo hacían sin ninguna transparencia significativa. Por ejemplo, de la noche a la mañana podían decidir si vetar (o no vetar) a políticos, presidentes o una publicación específica sin tener que explicar la razón. Esto constituía un gran peligro para la libertad de expresión, pero la DSA podrá cambiar eso.

Las nuevas reglas de la DSA obligarán a las grandes plataformas a dar explicaciones al público sobre las razones detrás de sus recomendaciones de contenido específico, qué medidas y políticas están poniendo en funcionamiento para luchar contra los daños que causan, e incluso los datos que recogen sobre nosotros y cómo los utilizan.

Y, por primera vez, tanto los académicos como la sociedad civil tendrán derecho a ver los datos internos de estas plataformas – cientos de ojos expertos estarán examinando y revelando lo que hacen las grandes tecnológicas.

3) Comenzará a proteger tanto nuestra información más delicada como la de niños y niñas
Habrá nuevos límites sobre la explotación de nuestros datos más privados y tendremos más información sobre por qué vemos ciertos anuncios. También se prohibirán las prácticas manipulativas.

Tu primer clic inicia el ciclo de datos que los servicios de Internet recogen sobre ti. Utilizan estos datos para construir tu perfil personal e identificar tus gustos – de esta manera te hacen llegar publicidad. La DSA prohibirá que estas plataformas usen nuestros datos más personales, como perfiles médicos o creencias religiosas, para mostrarnos anuncios. También prohibirá a las plataformas mostrar anuncios a niños y niñas basados en los datos recogidos sobre ellos a través de su comportamiento en Internet.

La DSA también te ofrecerá la oportunidad de identificar la procedencia de un anuncio, cómo se monetizan nuestros datos y si a los ‘influencers' que estás viendo les han pagado para decir lo que están diciendo.

Finalmente, la DSA destapará los llamados “patrones oscuros”, o prácticas manipulativas, como por ejemplo las características de diseño que nos inducen a dar nuestro consentimiento sobre algo sin darnos cuenta de ello. La DSA no permitirá, por ejemplo, que las plataformas den prominencia visual a sus opciones de consentimiento preferidas o que hagan más difícil la cancelación de un servicio que el registro al mismo.

4) Las grandes tecnológicas recibirán sanciones de verdad
La Comisión Europea supervisará a las grandes plataformas para asegurarse de que cumplan con la DSA. Si estas plataformas no logran evaluar y controlar los daños que causen, podrían recibir multas de hasta el 6% de sus ingresos a nivel mundial. Y, en casos extremos, es decir, si fallan repetidamente, ¡incluso se les podría prohibir operar dentro de la UE!


¿Hacia un Acuerdo de París para Internet?

Las redes sociales no van a cambiar de la noche a la mañana. La DSA tardará en entrar en vigor y requerirá un profundo cambio cultural en Silicon Valley. El Acuerdo de París de 2015 ayudó a allanar el camino a la hora de abordar el cambio climático. La DSA tiene el potencial de ser un acuerdo igualmente pionero, algo así como un Acuerdo de París para Internet, y afrontar así otro problema global que nos afecta a todos, creando una regla de oro internacional para lograr un Internet más seguro para todos nosotros.