¡No a la impunidad de Sacha Llorenti!
Pese a todos los indicios que apuntaban a Sacha Llorenti como uno de los responsables de la violenta intervención de Chaparina, el pleno de la Cámara de Senadores aprobó su designación como embajador boliviano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En la gestión de Llorenti, los pobladores de Caranavi fueron reprimidos, con un saldo de dos muertos, y la VIII Marcha Indígena en defensa del TIPNIS fue violentamente intervenida; hombres, mujeres y niños fueron golpeados, maniatados y arrastrados brutalmente. Actualmente ambos casos gozan de la más vergonzosa impunidad. Por otro lado, no se ha investigado los posibles vínculos que tendría Llorenti con el caso del general Sanabria, que cumple condena en Estados Unidos por conspiración para ingresar droga a ese país. Llorenti fue quien, en febrero de 2010, designó a Sanabria director del Centro de Inteligencia y Generación de Información (Cigein), una repartición dependiente del Ministerio de Gobierno.
A pesar de todas las denuncias y acciones legales que distintos actores sociales han impulsado para procesar a Sacha Llorenti, este ha sido excluido sistemáticamente de los casos, por jueces y fiscales evidentemente subordinados a las decisiones e intereses del Ejecutivo.
Boris Villegas, exdirector general de Régimen Interior, declaró recientemente que fue Sacha Llorenti en persona quien instruyó la represión y monitoreó cada una de las acciones que se ejecutaron.
La designación de Sacha Llorenti, como embajador de la ONU, es una afrenta al pueblo boliviano, en general, y a los pueblos indígenas, en particular. Por ello, llamamos a sumar las voces de rechazo a esta designación. Que el mundo conozca los antecedentes de este personaje y su falta de legitimidad como representante de Bolivia ante la ONU. No permitamos que la violación de los derechos humanos sea premiada con la impunidad. Firma la petición a la derecha.