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Únete al movimiento por una educación activa y al aire libre

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Esta petición ha sido creada por Red E. y no necesariamente representa la opinión de la comunidad de Avaaz
Red E.
creó esta petición para
Personas e instituciones con capacidad de decisión y actuación en el ámbito educativo
Con este manifiesto pretendemos:
  • Promover la educación activa y al aire libre como entorno educativo seguro y saludable en los diferentes ámbitos educativos.
  • Compensar la vida excesivamente confinada, digitalizada y sedentaria que estamos viviendo antes, durante y después de la aparición del coronavirus.
  • Mejorar las condiciones laborales del profesorado y del resto de profesionales, reduciendo las incertidumbres y aumentando la confianza y los recursos.

En las últimas décadas la educación se ha ido confinando cada vez más en el aula, en el gimnasio, etc. La comodidad y la seguridad que nos ofrecen nos están distanciando de la naturaleza y del entorno próximo; la aversión al “mal” tiempo nos impide ver estos lugares como entornos de aprendizaje y nos confina en burbujas de interior.

La crisis sanitaria global provocada por el coronavirus ha agudizado aún más esta situación, recluyéndonos en casa y convirtiendo el hogar en aula y patio, en lugar de aprendizaje, de recreo y de práctica deportiva.

Durante este periodo de confinamiento, hemos sentido la imperiosa necesidad de salir al aire libre, de movernos, de relacionarnos con los demás, de encontrar nuestro espacio personal, etc.
La ventana era nuestra vinculación con el exterior. Al mismo tiempo, paradójicamente, hemos tenido la sensación de comodidad y seguridad que nos ofrecen los espacios cerrados, que nos atrapan como telarañas.

Mantener el confinamiento del sistema educativo como solución segura y saludable para frenar la pandemia contrasta con las evidencias científicas y con nuestras experiencias personales. Estas evidencias nos recuerdan que somos parte de la naturaleza y que, como en todo ecosistema, nos necesitamos.

Intentamos simular con tecnología en el interior la realidad que hay fuera, pero nunca podremos sustituirla ni igualarla. Por algo nos esforzamos en reproducirla artificialmente: porque es importante y necesaria para todos.

A causa del confinamiento tanto las tareas escolares como el ocio se han trasladado, en gran parte, a los entornos virtuales en dos dimensiones. Los espacios al aire libre nos permiten compensar los efectos de la vida confinada, aportando una amplia estimulación sensorial frente a las imágenes y mensajes en dos dimensiones de las pantallas en el interior del hogar y de las aulas.

Es el momento de desenchufarnos para reconectar, de mirar a lo lejos y de mirar a los ojos, de sentir, de vivenciar, en definitiva, de educar en tres dimensiones.

Hemos de contemplar las necesidades educativas desde otra mirada, con la premura de atenderlas en su conjunto. Los entornos educativos digitales están acrecentando la brecha y las desigualdades.

La escuela no ha de abrir más la brecha sino que tiene que convertirse en un espacio compensador y cercano; si siempre fue importante una escuela próxima, en estos momentos se convierte en imprescindible.

Ahora que estamos obligados a la distancia y nos recomiendan los espacios abiertos, puede ser un punto de partida para cambiar las (inter)relaciones y vincular la escuela con lo que hay ahí fuera, dejando de considerarlo sólo como complementario o extraescolar.

El exterior se vislumbra como un lugar más seguro y plural para el intercambio de experiencias debido al menor contagio del virus en los espacios al aire libre.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus consideraciones para las medidas de salud pública relativas a las escuelas en el contexto de la COVID-19 y la Asociación Española de Pediatría en su propuesta para la apertura gradual de las áreas de educación infanto-juvenil, recomiendan las clases al aire libre como una de las medidas para evitar contagios.

Que un lugar seguro se convierta en un ambiente de aprendizaje va a depender de las estrategias educativas y organizativas que ponga en marcha el profesorado y los centros educativos.

En REEFNAT estamos trabajando en propuestas concretas de actividades educativas al aire libre que se basan en tres premisas fundamentales:
  1. La gestión de la seguridad y el riesgo.
  2. Los recursos educativos al aire libre para la promoción de la salud.
  3. La implementación de modelos pedagógicos específicos.
La educación al aire libre tiene un gran potencial para implementar metodologías activas.
El entorno próximo de los centros educativos permite conectar al alumnado con su realidad social y cultural, es motivador y favorece el aprendizaje significativo.

Existe una vinculación positiva entre estar al aire libre y los niveles de actividad física. La educación al aire libre contribuye a alcanzar los mínimos de actividad física recomendada por las agencias internacionales de salud para la infancia y la juventud.

Además, los espacios al aire libre cercanos al centro educativo son recursos accesibles y poco costosos que aumentan sus posibilidades de ajuste a las restricciones impuestas por la situación de crisis sanitaria que vivimos.

Desde que pasamos la puerta de nuestra casa o de nuestro aula, tenemos el patio, el barrio, el pueblo, los parques y, cuando podemos, disponemos de otros lugares diferentes y estimulantes como espacios naturales protegidos u otras ciudades y pueblos.

La educación es una responsabilidad colectiva. Lograr una transformación es cosa de todos. Salir al medio natural y al aire libre debe estar cada vez más integrado en las dinámicas habituales de los centros educativos, independientemente de la edad o el área de conocimiento.

Todo comienza dando el paso y saliendo fuera, así de fácil y así de complejo al mismo tiempo. Aprovechemos lo que tenemos más a mano, disfrutemos del sol y de la lluvia, de los árboles y de las calles, del juego y de la libertad que nos espera ahí fuera. ¡Vamos a procurar no perder esta oportunidad!

Este manifiesto es el resultado de un trabajo colaborativo de la Red Estatal y la Asociación de Educación Física en la Naturaleza (REEFNAT) , una red que nos conecta, una red heterogénea que nos protege y sostiene desde 2016: todas las etapas educativas, diferentes entornos de trabajo y residencia, múltiples especialidades, amplia distribución geográfica, varios sectores profesionales… Nuestra fuerza está en la diversidad de formas, orientadas todas hacia un objetivo común. Partimos de la convicción de que una mejor educación es posible, convicción que se sustenta sobre la evidencia científica más rigurosa y la experiencia y aportaciones de cada componente de la Red para dar solidez a los argumentos y viabilidad a las propuestas prácticas.

Más información en https://www.educacionynaturaleza.com/
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