Honrando a Meredith Alexander
El amor de Meredith por la gente y la capacidad de empatizar con los demás la convirtieron en un activista excepcional. Se preocupaba por los menos afortunados de nuestro planeta y consideraba que su misión era ser un megáfono para sus voces. Pero ella también era profundamente estratégica. Ya sea luchando por la justicia climática, contra la corrupción política, por los derechos de las mujeres o contra los barones de los medios de comunicación. Meredith trajo al mundo una mezcla única de pasión e inteligencia, que ahora todos estamos llamados a emular en su ausencia.
Decir que quienes la amaban la extrañan muchísimo no le hace justicia a la pérdida que sienten su esposo, Paul, sus padres, Myrt y Larry, su familia, amigos y el equipo de Avaaz, que la conocían como hermana y colega. Pero en su honor, podemos seguir luchando por el mundo en el que Meredith creía. Sus donaciones ayudarán a crear un fondo en Avaaz que dará una subvención anual a al menos una persona inspiradora. Estos guerreros sociales ayudarán a sostener el legado de Meredith en el futuro, avanzando las causas que más le importaron por muchos años más.
Gracias por celebrar su increíble legado al sostener la misión a la que dedicó su vida. La haremos orgullosa.