Mientras lees este correo, decenas de murales en Lima están siendo destruidos. El alcalde, Luis Castañeda, dio la orden el viernes de cubrirlos con una capa de pintura amarilla ¡el color de su partido! Si actuamos rápido aún podemos detener este atropello.

Los murales de Lima son una ventana al corazón y a la historia de la ciudad - esto es una ataque a la identidad limeña y a la libertad de expresión. En un extraño giro legal, el ayuntamiento declaró que los murales de la ciudad atentan contra el patrimonio cultural de la misma, a pesar de que no están pintados sobre edificios históricos. Vamos a pedirle a los regidores del Concejo Metropolitano que declaren esta acción como una emergencia cultural y detengan la destrucción de los murales hasta que se reconsidere su interpretación de la protección del patrimonio cultural.

Los muralistas de la ciudad no están dispuestos a aceptar que las obras de arte que le dan vida a la ciudad sean destruidas por intereses políticos - y han lanzado un contraataque bajo el grito de #BorraronUnoPintaremosMil. ¡Unámonos a su llamado! Cuando consigamos 40,000 firmas pintaremos un enorme mural que represente nuestro apoyo ciudadano y entregaremos nuestra petición al Concejo Metropolitano de la mano de los mejores artistas de la ciudad.