Endulcémosles la vida

Las condiciones de los cortadores de caña de azúcar en la República Dominicana son absolutamente esclavistas. Son trabajadores que viven en los propios cañizales, que trabajan jornadas de hasta 20 horas, en unas condiciones de pobreza extrema, indocumentados, sin recursos, sin ningún tipo de atención médica y sanitaria. Los mayores consumidores de ese azúcar de caña son las grandes marcas de refresco, comercializadas en todo el mundo, esas que todos consumimos en mayor o menor medida. Mi propuesta es que solicitemos a esas grandes marcas que exigan a los terratenientes de los campos de caña que mejoren ostensiblemente las condiciones de vida de los cortadores de caña, bajo amenaza de boicotear el consumo de esos refrescos. A menudo, con nuestro consumo y nuestra ignorancia, somos cómplices de situaciones como la que ahora denuncio, cómplices de la esclavitud en estado puro. Creo que todos juntos podríamos erradicarla. Quiero creerlo.