Una marea negra podría envenenar la Amazonía. Si no detenemos las próximas explotaciones petroleras donde el Amazonas se encuentra con el mar, el río más caudaloso del mundo podría teñirse de negro.

Los riesgos son evidentes y por eso el gobierno de Brasil está dividido. Pese a las críticas, Lula insiste en abrir 47 nuevos bloques petroleros frente a la desembocadura del río Amazonas, amenazando la supervivencia del río que nutre al mismísimo pulmón del planeta.

Hasta hoy, las restricciones medioambientales han conseguido frenar uno de estos nuevos bloques, pero Lula quiere ofertar toda la zona a las petroleras. Necesitamos elevar una protesta global para demostrarle que estos nuevos proyectos petroleros podrían destruir tanto la Amazonía como su reputación internacional.

Juntos podemos frenar esta avanzada petrolera. Los hechos nos respaldan y sabemos que el gobierno de Lula está siendo cuestionado. Suma ya tu nombre y entregaremos nuestra petición a Lula antes de que el veneno se expanda.