Actualización a 14 de noviembre: hoy, Google ha anunciado que realizará algunos cambios en su negocio de publicidad digital, ¡está claro que tienen miedo! Pero su propuesta de mejora se queda muy corta: no supone verdaderos cambios ni menciona la rendición de cuentas. Necesitamos seguir presionando para romper su monopolio de una vez por todas.

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Hace dos meses, la UE multó a Google por prácticas abusivas en el mercado de la publicidad digital. Su posición privilegiada le ha permitido embolsarse los ingresos que deberían haber percibido los medios de comunicación tradicionales. Y menos fondos para la prensa implican menos reportajes para sacar la verdad a la luz y, a su vez, más desinformación. Todos salimos perdiendo, empezando por nuestra democracia.

En las próximas semanas, se plantea un reto definitorio para Europa: podría romper el monopolio de Google de una vez por todas. Pero cada vez que Bruselas hace valer la legislación europea, Trump saca la carta de los aranceles para cubrir las espaldas de sus amigotes de las tecnológicas y ver hasta dónde puede amedrentar a la UE.

La pregunta para los líderes europeos es sencilla: ¿van a defender nuestra democracia o a plegarse ante la voluntad de Trump y de Silicon Valley?

Romper con las grandes tecnológicas abriría un nuevo capítulo para Europa. Dejaríamos de obedecer a los intereses de los multimillonarios de California y del gobierno de Trump para escribir nuestras propias normas con las que proteger nuestra libertad, nuestros medios de comunicación y nuestra soberanía. Pero para conseguirlo tenemos que alzar la voz y llegar hasta la Comisión Europea. Firma y nuestros aliados se asegurarán de que nuestra petición resuene en el corazón de Europa.