Detengamos la minería submarina
A todos los diputados noruegos, al primer ministro de Noruega, Jonas Gahr Støre, al ministro de Asuntos Exteriores, Espen Barth Eide, al ministro de Clima y Medio Ambiente, Andreas Bjelleand Eriksen, al ministro de Petróleo y Energía, Terje Aasland, así como a los líderes mundiales:
Las actividades extractivas en el fondo del océano destruirán ecosistemas, envenenarán nuestros mares y causarán daños incalculables a la vida marina. Como ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo, les instamos a rechazar cualquier tipo de minería en el fondo del mar.
Introduce tu dirección de correo electrónico:
Firmantes recientes
Los ojos del mundo estaban puestos en los parlamentarios noruegos mientras debatían si abrir o no sus lechos oceánicos a la minería submarina. La voz de nuestra comunidad resonó dentro del Parlamento y, junto a un grupo fantástico integrado por organizaciones, personas de a pie y activistas, entregamos nuestra petición a los representantes políticos. Aunque al final, los diputados votaron a favor de este plan temerario, todavía hay esperanza. Toda explotación que quiera arrancar aún necesita la aprobación del parlamento y, si hay suficiente masa crítica contra la minera submarina, ¡la batalla no está ni mucho menos perdida! Echa un vistazo a nuestro perfil de Instagram para ver algunas imágenes de la jornada.
---
Nuestros bosques están muertos o agonizando. Las aguas de nuestros ríos están envenenadas. Donde en otra época había montañas, hoy quedan canteras oxidadas, como cicatrices en la Tierra.
Esto es lo que la minería le ha hecho a nuestros territorios. ¿Qué pasaría si desatáramos el mismo horror en nuestros mares?
En Noruega, el comité encargado de permitir la minería submarina acaba de dar un paso importante que podría allanar el camino para esta industria, y solo tenemos unas semanas para convencer al Parlamento completo de que hay algunas puertas que es mejor no abrir.
Otros países costeros como Francia, Canadá o el Reino Unido son contrarios a la minería submarina, una actividad peligrosa y desconocida, pero basta que alguien se atreva a dar el primer paso para que la situación cambie, y el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, está desafiando la creciente presión internacional e instando a los miembros del Parlamento a que aprueben esta actividad.
La buena noticia es que el mundo está empezando a darse cuenta y, según nuestros contactos en el país nórdico, la reputación internacional de su primer ministro ha sufrido un duro revés y los legisladores están sometidos a una presión intensa.
¡Solo faltan cuatro semanas para la votación clave! La atención global raramente se centra en Noruega en términos de protestas, de manera que una protesta internacional masiva podría inclinar la balanza y salvar nuestros océanos. ¡Firma ahora!
Publicado:
Cuéntaselo a tus amigos