Andry Hernández Romero dejó su país huyendo de la persecución por ser homosexual, y ahora el gobierno estadounidense lo trasladó secretamente en avión a una de las cárceles más peligrosas del mundo.

¿Y por qué? Las autoridades dijeron que por las dos coronas que lleva tatuadas, junto a las palabras “mamá” y “papá”, las cuales son propias de una tradición de su ciudad natal, en honor a la fe católica, el Día de Reyes, y sus padres. Pero de acuerdo a la guerra establecida por Trump contra los inmigrantes, estos símbolos son considerados propios de una pandilla criminal.

Como máximo jefe de la comunidad católica, el nuevo papa León XIV podría salvar a Andry si lo solicita, pues si hay una voz que el presidente de El Salvador podría llegar a escuchar, es la suya, teniendo en cuenta que la madre de Nayib Bukele es católica.

¡Suma tu nombre a esta petición urgente para salvar a Andry antes de que sea demasiado tarde!