En Bruselas se está librando una batalla de lo más extraña sobre nuestro futuro alimentario. Dieciocho gobiernos europeos están a favor de prohibir términos como “hamburguesa vegana” o “salchicha vegetal”, una maniobra para bailarle el agua al lobby cárnico y censurar alimentos responsables con el medioambiente.

En esta ocasión, Alemania aboga por encarar la alimentación del mañana con sentido común, pero ni siquiera el peso pesado de Europa lo está teniendo fácil para resistir la oposición de un amplio bloque de países y la presión de los grandes lobbies del sector.

Pero podemos ayudarles. Si demostramos que cientos de miles de personas están a favor de seguir usando términos cárnicos, como “hamburguesa” o “salchicha”, les daremos músculo para las negociaciones y alentaremos a más países a rechazar la prohibición.

Llevemos a Berlín y a otras capitales europeas clave un clamor multitudinario en contra de esta restricción para poder seguir comprando “carne vegana”. Firma ya y entregaremos nuestra petición a negociadores y eurodiputados antes de su reunión. No consentiremos que el lobby cárnico dicte las reglas, ni en nuestros platos ni en nuestro planeta.