Queridos amigos y amigas:
Esto podría ser lo más impresionante que Avaaz haya conseguido nunca.
Durante años, plataformas tecnológicas gigantescas como Facebook, YouTube y TikTok han estado embolsándose miles de millones mientras llenaban el mundo de desinformación, discursos de odio y demás contenidos nocivos. Pero, tras años de dirigirles campañas increíbles, la Unión Europea acaba de consensuar una ley histórica que obligará a estas potencias tecnológicas a cambiar - ¡y que podría ser el principio de una revolución global para protegernos a todos!
Podemos afirmar con total honestidad que la nueva Ley europea de Servicios Digitales no sería igual sin Avaaz
. Investigamos a gran escala el daño causado por las redes sociales y compartimos nuestras conclusiones por todas partes. Después, redactamos unas propuestas legislativas de lo más rompedoras para proteger nuestra sociedad sin poner en peligro la libertad de expresión, y presionamos mucho para conseguir que legisladores clave las respaldaran. ¡Y funcionó!
La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, se adhirió a nuestro llamamiento por un “
Acuerdo de París para Internet
”. Y al eurocomisario Thierry Breton le convencieron tanto nuestras investigaciones que, un día después de reunirnos con él, ¡fue a la televisión a hablar de ellas!
Los dirigentes de la UE han expresado públicamente su agradecimiento a Avaaz y sus miembros
Durante más de cuatro años, nuestro movimiento - junto a una inspiradora coalición de la sociedad civil - ha estado en primera línea de esta batalla para proteger a la ciudadanía y la democracia. Sigue leyendo para conocer la historia de cómo un grupo de activistas e investigadores y cientos de miles de miembros de Avaaz repartidos por todo el mundo se enfrentaron a algunas de las multinacionales más poderosas que han existido nunca - ¡y ganaron!
2018: Cien Zuckerbergs (Uf…)
Todo empezó hace casi cuatro años exactos, en 2018: la desinformación estaba causando estragos para la democracia y los discursos de odio se propagaban por el mundo. En abril de aquel año, lanzamos nuestro primer llamamiento global dirigido a las plataformas y a los legisladores, con el objetivo de “Arreglar Fakebook” y poner freno a las grandes tecnológicas.
Más de 1 millón de personas se adhirieron al llamamiento
, e inundamos Washington y Bruselas con más de cien siluetas de cartón del presidente de Facebook, Mark Zuckerberg. La imagen llegó a los medios de todo el mundo y salió en primera plana del New York Times.
Viajamos hasta Silicon Valley para reunirnos con altos cargos de Facebook, Twitter y Google para tratar de convencerlos de tomar cartas en el asunto. Pero nos negaron la entrada a algunas de sus oficinas, ¡y tuvimos que celebrar las reuniones en el aparcamiento!
Estaba claro que estas multinacionales no se tomaban en serio atajar la toxicidad de sus plataformas. Teníamos que cambiar las leyes que las regulaban.
Siguiente parada: la Unión Europea
2019: Diagnosticar el problema y definir el arreglo
En 2019, eran muchos los legisladores europeos que no entendían del todo el problema. Se ponía en duda la idea de que las mentiras y las teorías conspiranoicas que se viralizaban en Internet tuviesen un impacto serio en las democracias - y los legisladores no iban a actuar sin pruebas.
Así que,
inspirándonos en un proyecto lituano
, contratamos a unos investigadores a los que llamamos “elfos” para que rastrearan a los “trolls” de Internet y revelaran la magnitud del problema de la desinformación, especialmente el impacto que estaba teniendo en Europa.
Desde nuestro gabinete de guerra en Bruselas, nuestro equipo de 30 “elfos” descubrió lo que unos 30 mil moderadores de Facebook y su equipo de expertos parecían haber pasado por alto: redes gigantes que usaban cuentas y páginas falsas para difundir mentiras tóxicas y odio por Europa en vísperas de unas elecciones cruciales.
A raíz de nuestra investigación
, ¡Facebook desmanteló varias redes que podían alcanzar una estimación de 3 MIL MILLONES (¡!) de visualizaciones en tan solo un año!
Una instantánea de nuestro gabinete de guerra contra la desinformación en Bruselas
A medida que se acercaba el día de las elecciones, políticos europeos de primer nivel, periodistas y expertos en seguridad acudían a nuestro gabinete de guerra casi a diario para obtener información. Nuestro trabajo apareció en las portadas de todo el mundo, advirtiendo a millones de europeos de la amenaza de la desinformación a pocos días de las elecciones. ¡Incluso Facebook
expresó públicamente su agradecimiento
!
Destapar aquellas redes permitió a Europa
esquivar una bala en las elecciones
. Con todo, nuestras conclusiones sorprendieron a los funcionarios de más alto rango de la UE, que nos preguntaron qué se podía hacer.
Así, trabajando codo con codo junto a conocedores de las propias redes sociales, académicos y legisladores, desarrollamos una serie de propuestas apoyadas en investigaciones para limpiar las redes sociales sin dejar de proteger la libertad de expresión:
-
Desintoxicar el algoritmo.
Impedir que las plataformas hagan que se viralice desinformación peligrosa y contenido nocivo solo para mantenernos enganchados a nuestras pantallas
-
Rectificar la información
. Mostrar directamente en la sección de novedades de todas las personas que hayan estado expuestas a desinformación una rectificación de un verificador de datos independiente. Según la revista TIME, se trata de una “
nueva propuesta radical que podría frenar la presencia de noticias falsas en las redes sociales
”.
Pero con la aparición de un nuevo virus en Wuhan y las elecciones de EE.UU. a la vuelta de la esquina, todavía nos quedaba por ver el impacto más aterrador de la desinformación.
2020: Las redes sociales contra la democracia y la salud pública
A medida que la Covid-19 se propagaba por el mundo, las mentiras y las teorías conspiranoicas al respecto se viralizaron con ella. Nuestro equipo de investigación publicó un
reportaje bomba
que demostraba que Facebook funcionaba como epicentro de toda clase de desinformación relacionada con la Covid. El mismo día, Facebook
anunció
que remitirían a todas las personas que interactuaran con información falsa sobre la Covid hacia datos verificados de la página web de la Organización Mundial de la Salud. ¡Era la primera vez que Facebook hacía algo así!
En palabras de Politico: “La cuestión es que quien obligó a Facebook a reconocer las fallas en sus políticas no fue el regulador más poderoso del mundo, sino el grupo de campañas Avaaz…”
No nos quedamos ahí, y en otro informe demoledor demostramos que el propio algoritmo de Facebook se había convertido en una amenaza mundial para la salud pública - compartimos nuestras conclusiones con todos los medios de comunicación y se las presentamos directamente a personalidades clave en la política de la UE y EE.UU.
2020 también fue el año de las elecciones presidenciales de EE.UU. Un año antes de la llamada a las urnas, ya habíamos constatado que la
presencia de desinformación en Facebook era más alta
que en los tres meses previos a los comicios de 2016. Contratamos a un equipo de investigación estadounidense dedicado a la causa y, durante el periodo preelectoral, sacamos más de 40 estudios sobre la circulación en auge de la desinformación, el odio, la violencia y el extremismo en Internet, y presionamos para que Facebook tomara medidas contra las numerosas redes que se habían dedicado a difundir contenido peligroso entre millones de personas.
Y justo en torno a la fecha de las elecciones, Facebook lanzó unas medidas de emergencia
para disminuir el alcance de muchas de las páginas que habíamos identificado como desinformadores consumados, para que les resultase más complicado inundar las redes sociales de mentiras y de odio antes de los comicios.
Pero, poco después de las elecciones, ¡Facebook retiró algunas de las medidas que había puesto en marcha! Fue un desastre. Un tsunami de mentiras que afirmaban que las elecciones habían sido un fraude inundó las redes sociales de los estadounidenses.
Investigamos muchas de
las redes
que hacían virales estas mentiras, y conseguimos que Facebook expulsara por difundir afirmaciones falsas relacionadas con las elecciones a una de las mayores que encontramos, relacionada con Steve Bannon, el antiguo jefe de estrategia del gobierno de Trump.
Pero el daño ya estaba hecho
. El 6 de enero, unos manifestantes convencidos de que las elecciones habían sido un fraude irrumpieron de forma violenta en el Congreso de Estados Unidos.
Rápidamente, nuestros investigadores se pusieron manos a la obra y en cuestión de días pudimos demostrar que Facebook se había utilizado para avivar la violencia. Un montón de medios, desde
AP
, hasta
Time
, pasando por el
Washington Post
y varios
más
, se hicieron eco de nuestro
informe
, y nuestra investigación se mencionó en repetidas ocasiones durante una
audiencia del Congreso
en la que testificaron Zuckerberg y otros directivos de las tecnológicas.
2021 en adelante: Hacia un "Acuerdo de París para Internet"
Ya no quedaba ninguna duda sobre la amenaza planteada por la desinformación, pero seguíamos sin tener las leyes que necesitábamos. Entonces surgió una oportunidad -- la UE estaba preparando la Ley de Servicios Digitales, una nueva legislación para regular la tecnología digital. Nuestra idea fue calando poco a poco, a medida que íbamos reuniéndonos con los responsables de la toma de decisiones para defender la necesidad de incidir en que las plataformas rindieran cuentas por el daño causado por sus algoritmos.
Y no cejamos en nuestro empeño - no hubo reunión, acto o videollamada a la que acudiéramos sin nuestras conclusiones, y seguimos en la brecha, publicando cada vez más pruebas que demostraban los fallos de las plataformas. ¡Incluso
organizamos una conferencia sobre desinformación
en la que reunimos a algunos de los políticos europeos más influyentes con ejecutivos de Facebook y de Twitter para exponer nuestros argumentos!
A pesar de la presión desmedida ejercida por las plataformas de redes sociales, las cosas empezaron a ir a nuestro favor. Pero el acuerdo no estaba cerrado - así que para demostrar el apoyo del público, llevamos a cabo una encuesta a gran escala según la cual el
83% de la gente
de Alemania, Francia, Italia y España quiere que las plataformas cambien sus algoritmos si se descubre que amplifican contenidos nocivos. ¡Hasta llegamos a entregar a los políticos unos libros preciosos que preparamos con mensajes de los miembros de Avaaz de toda Europa!
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