Y ahora, sin límites. Solo su séquito más fiel trabajará con él. El Senado y probablemente todo el Congreso estarán bajo su control. Y los jueces de la Corte Suprema los elegirá a dedo.
Vienen tiempos duros para todas las causas por las que luchamos, desde la crisis climática a los horrores de Gaza, pasando por la crisis de extinciones o el ataque contra los derechos de las mujeres. El mundo es una bomba a punto de estallar y Trump es la chispa que puede detonarla.
Quedan menos de 100 días para la investidura. Tenemos que estar preparados. Ser más grandes, más fuertes y más rápidos que nunca.
Esta es una campaña urgente para dotarnos de los recursos necesarios para impulsar una resistencia que será fundamental durante los próximos meses y que consistirá en:
- El lanzamiento de un nuevo movimiento popular por la paz en Palestina. Estamos trabajando con comunidades de toda Palestina para crear su primera Carta por la Libertad y sentar las bases para el fin de la ocupación israelí. Este proyecto ya está en marcha, pero necesita más fondos.
- La financiación de demandas judiciales que establezcan un precedente para impedir medidas que vayan en contra del medioambiente en todo el mundo. Uniremos fuerzas con aliados para oponernos a cualquier retroceso en materia climática y para avanzar en las soluciones.
- La formación de un equipo de respuesta especializado en derechos humanos que trabaje 24 horas al día para proteger a quienes estén en peligro en estos momentos y asegurarnos de que nuestro movimiento esté preparado para lanzar campañas estratégicas en defensa de estos derechos ganados con tanto esfuerzo y del progreso global.
- La creación de un fondo de emergencia destinado a la resistencia internacional necesaria para luchar contra los atropellos de Trump. Hemos observado que el ‘trumpismo’ se está extendiendo a nivel mundial. La resistencia deberá seguir el mismo camino.