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Libertad a los Prisioneros Políticos del Estallido Social chileno !
DDHH 1.
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Comunidad Internacional
Desde el 18 de octubre de 2019, miles de chilenos salieron a las calles motivados por el coraje de estudiantes secundarios. Su principal motivo era plantarse ante un aumento en el precio del boleto del metro, y para exigir un cambio en el modelo económico ultraliberal que existe en el país desde hace más de 30 años y que ha cultivado una alta desigualdad.
La crisis se ha agudizado debido a la represión con la que el Gobierno ha respondido a los reclamos, la que ha dado como resultado 31 fallecidos, aproximadamente 350 mutilaciones oculares y miles de violaciones a los derecho humanos denunciadas por organismos nacionales e internacionales. Los prisioneros políticos de la revuelta se cuentan por varios centenares, y la mayor parte de ellos son jóvenes y adolescentes.
El sistema judicial chileno tiene una justicia a dos velocidades, y en los últimos días todo el país ha sido testigo de esa inequidad. Es por ello la Comisión Ética Contra la Tortura hace un llamado a que con nuestras firmas, viralicemos nuestro repudio total a la decisión del Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago, que el 25 de marzo sancionó al juez del Séptimo Juzgado de Garantía, Daniel Urrutia Labreaux, y al mismo tiempo nos unamos al llamado de la Coordinadora de Familiares de Presos Políticos “18 de Octubre” por la Libertad de Lxs Presxs políticos de la revuelta popular.
Esto es imperativo hoy porque la justicia dejó a firme nuevamente la cárcel efectiva para 13 prisioneros políticos acusados por las fuerzas represivas de formar parte de la “Primera Línea”. Ellos habían apelado esa medida y la resolución de hoy impedirá que el resto de los presos lo haga. Denunciamos la prevaricación de esta Corte de Apelaciones que no cumple su deber de juzgar de acuerdo a la justicia, a los derechos humanos y al contexto del peligro en que vivimos hoy globalmente, y llamamos al mismo tiempo a que los órganos del Estado competentes, adopten las medidas para cambiar la prisión preventiva por la medida cautelar de arresto domiciliario, evitando así que se agrave la catástrofe sanitaria al interior de la cárcel y el dolor de las familias.
Resoluciones como las adoptadas por el poder judicial en esta oportunidad, o las llevadas adelante por el gobierno de Piñera y sus ministros, priorizando siempre los negocios y sus ganancias por sobre el cuidado de la gente, sólo aseguran que la revuelta popular seguirá su curso pese a toda la manipulación de la crisis y buscará nuevamente la forma de expresarse burlando el control social que los poderosos intentan imponer hoy, aprovechando de vengarse de quienes pusieron en cuestión sus privilegios. El juez Urrutia había sustituido en la mañana del 25 de marzo la prisión preventiva de 13 de los imputados en el caso “Primera Línea”, por arresto domiciliario total, resguardando su derecho a no ser contagiados del Covid19 en la cárcel. El magistrado incluyó en los considerandos de la medida el estado de catástrofe que vivimos y el riesgo de contagio en la cárcel por las condiciones de hacinamiento y la previsible insuficiencia en la implementación de medidas sanitarias.
El Pleno de la Corte no sólo revocó la medida de liberación dispuesta por el juez sino que lo suspendió de funciones y abrió un sumario en su contra, considerando el razonamiento del juez un “delito” a ser denunciado al Ministerio Público. De manera insólita, apenas horas después de la resolución del juez Urrutia, la Corte se confabuló para sancionarlo y mantener en prisión a los jóvenes. Aluden al número 3 del artículo 544 del Código Orgánico de Tribunales acusándolo de “negligencia en el cumplimiento de sus deberes”. Y arguyen que eso es un delito. El “delito” del juez Urrutia fue sostener: “los internos en prisión preventiva, al igual que todas las personas tienen derecho a la salud y es deber del estado velar por su cuidado, no exponiéndolos innecesariamente a contagios de la epidemia que puedan evitarse tomando las medidas razonables.” La sala estuvo presidida por el ministro Hernán Crisosto e integrada por los ministros Dobra Lusic, Adelita Ravanales, Miguel Vásquez, Juan Cristóbal Mera, Mireya López, Marisol Rojas, María Soledad Melo, Jessica González, Jaime Balmaceda, Rosa Kittsteiner, Alejandro Rivera, Paola Plaza, Guillermo de la Barra, Lilian Leyton, Juan Antonio Poblete, Inelie Durán, Jenny Book, Gloria Solís y Elsa Barrientos, y los interinos señores Andrade, Amiot, Advis y Silva Opazo. ¡Nombres a recordar! La Corte de Apelaciones una vez más muestra su más absoluto desprecio por los derechos humanos, su falta de independencia respecto del gobierno y su voluntad de castigar a quienes se han levantado en la revuelta popular iniciada el pasado 18 de octubre para construir un Chile diferente. Reafirma además su decisión de impedir que los jueces defiendan los derechos de las y los manifestantes. Anteriormente esta Corte había inhabilitado al juez Urrutia en la querella contra el mayor de carabineros Humberto Tapia, acusado de torturar y lesionar gravemente a una estudiante del Liceo 7 de Santiago. El juez Urrutia fue quien liberó la Plaza Dignidad, cuando dictaminó la vigencia del derecho a reunión respecto de la celebración del año nuevo, sin que se requiriera autorización del Intendente. Al inicio del estallido se hizo presente en el Metro Baquedano al recibir denuncias respecto de que había un recinto de torturas. Su actuación en resguardo de los derechos humanos fue respondida con persecución política al interior del poder judicial.
La Corte de Apelaciones resolvió por tanto mantener en prisión a los jóvenes luchadores sociales Jean Nicolás Godoy Miranda (de la comuna de San Bernardo), Nicolás Matías Ubilla Donoso (Quinta Normal), Marcelo Tapia Véliz (Recoleta) Paloma González Herrera (Renca) Alejandro Nicho Mendoza (Santiago) Sebastián Cambiazo Toro (Ñuñoa), Daniel Sepúlveda MolinA y José Salgado Roca (ambos de La Pintana) Diego Alvarado Avilés y Jaime Rubio Flores (ambos de El Bosque), Ismael Donoso Salazar (Padre Hurtado), Gabriel Astorga Sánchez (Las Condes) y Raúl Leiva Cocio (Peñalolén), y sin duda ello alcanza al resto de los presos acusados de ser Primera Línea. Muchos de ellos, liberados anteriormente, se presentaron voluntariamente porque se les dijo que sólo iban a hacer un trámite, según denuncia y lamenta la señora Rosa Donoso, madre de Nicolás Ubilla, que instó a su hijo hacerlo.
Desde el inicio de la pandemia, la Coordinadora por la Libertad de lxs Presxs Políticos 18 de Octubre ha demandado la libertad de los aproximadamente 2300 presxs políticos que permanecen como rehenes del gobierno de Piñera en la cárcel Santiago 1 y otros recintos carcelarios del país, en condiciones de hacinamiento y con grave riesgo para su salud.
Está claro que de los jueces chilenos no es posible esperar justicia, y por eso, impedidos de movilizarnos en las calles en resguardo de las vidas de todes, debemos viralizar esta gran campaña por la liberación de los y las presxs políticos y la restitución en funciones del juez Daniel Urrutia.
Comisión Ética Contra la Tortura Chile
Coordinadora por la Libertad de Lxs Presxs Políticos Chile
Santiago de Chile, 25 de marzo de 2020.
Copyright Photo Tito Carreño
La crisis se ha agudizado debido a la represión con la que el Gobierno ha respondido a los reclamos, la que ha dado como resultado 31 fallecidos, aproximadamente 350 mutilaciones oculares y miles de violaciones a los derecho humanos denunciadas por organismos nacionales e internacionales. Los prisioneros políticos de la revuelta se cuentan por varios centenares, y la mayor parte de ellos son jóvenes y adolescentes.
El sistema judicial chileno tiene una justicia a dos velocidades, y en los últimos días todo el país ha sido testigo de esa inequidad. Es por ello la Comisión Ética Contra la Tortura hace un llamado a que con nuestras firmas, viralicemos nuestro repudio total a la decisión del Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago, que el 25 de marzo sancionó al juez del Séptimo Juzgado de Garantía, Daniel Urrutia Labreaux, y al mismo tiempo nos unamos al llamado de la Coordinadora de Familiares de Presos Políticos “18 de Octubre” por la Libertad de Lxs Presxs políticos de la revuelta popular.
Esto es imperativo hoy porque la justicia dejó a firme nuevamente la cárcel efectiva para 13 prisioneros políticos acusados por las fuerzas represivas de formar parte de la “Primera Línea”. Ellos habían apelado esa medida y la resolución de hoy impedirá que el resto de los presos lo haga. Denunciamos la prevaricación de esta Corte de Apelaciones que no cumple su deber de juzgar de acuerdo a la justicia, a los derechos humanos y al contexto del peligro en que vivimos hoy globalmente, y llamamos al mismo tiempo a que los órganos del Estado competentes, adopten las medidas para cambiar la prisión preventiva por la medida cautelar de arresto domiciliario, evitando así que se agrave la catástrofe sanitaria al interior de la cárcel y el dolor de las familias.
Resoluciones como las adoptadas por el poder judicial en esta oportunidad, o las llevadas adelante por el gobierno de Piñera y sus ministros, priorizando siempre los negocios y sus ganancias por sobre el cuidado de la gente, sólo aseguran que la revuelta popular seguirá su curso pese a toda la manipulación de la crisis y buscará nuevamente la forma de expresarse burlando el control social que los poderosos intentan imponer hoy, aprovechando de vengarse de quienes pusieron en cuestión sus privilegios. El juez Urrutia había sustituido en la mañana del 25 de marzo la prisión preventiva de 13 de los imputados en el caso “Primera Línea”, por arresto domiciliario total, resguardando su derecho a no ser contagiados del Covid19 en la cárcel. El magistrado incluyó en los considerandos de la medida el estado de catástrofe que vivimos y el riesgo de contagio en la cárcel por las condiciones de hacinamiento y la previsible insuficiencia en la implementación de medidas sanitarias.
El Pleno de la Corte no sólo revocó la medida de liberación dispuesta por el juez sino que lo suspendió de funciones y abrió un sumario en su contra, considerando el razonamiento del juez un “delito” a ser denunciado al Ministerio Público. De manera insólita, apenas horas después de la resolución del juez Urrutia, la Corte se confabuló para sancionarlo y mantener en prisión a los jóvenes. Aluden al número 3 del artículo 544 del Código Orgánico de Tribunales acusándolo de “negligencia en el cumplimiento de sus deberes”. Y arguyen que eso es un delito. El “delito” del juez Urrutia fue sostener: “los internos en prisión preventiva, al igual que todas las personas tienen derecho a la salud y es deber del estado velar por su cuidado, no exponiéndolos innecesariamente a contagios de la epidemia que puedan evitarse tomando las medidas razonables.” La sala estuvo presidida por el ministro Hernán Crisosto e integrada por los ministros Dobra Lusic, Adelita Ravanales, Miguel Vásquez, Juan Cristóbal Mera, Mireya López, Marisol Rojas, María Soledad Melo, Jessica González, Jaime Balmaceda, Rosa Kittsteiner, Alejandro Rivera, Paola Plaza, Guillermo de la Barra, Lilian Leyton, Juan Antonio Poblete, Inelie Durán, Jenny Book, Gloria Solís y Elsa Barrientos, y los interinos señores Andrade, Amiot, Advis y Silva Opazo. ¡Nombres a recordar! La Corte de Apelaciones una vez más muestra su más absoluto desprecio por los derechos humanos, su falta de independencia respecto del gobierno y su voluntad de castigar a quienes se han levantado en la revuelta popular iniciada el pasado 18 de octubre para construir un Chile diferente. Reafirma además su decisión de impedir que los jueces defiendan los derechos de las y los manifestantes. Anteriormente esta Corte había inhabilitado al juez Urrutia en la querella contra el mayor de carabineros Humberto Tapia, acusado de torturar y lesionar gravemente a una estudiante del Liceo 7 de Santiago. El juez Urrutia fue quien liberó la Plaza Dignidad, cuando dictaminó la vigencia del derecho a reunión respecto de la celebración del año nuevo, sin que se requiriera autorización del Intendente. Al inicio del estallido se hizo presente en el Metro Baquedano al recibir denuncias respecto de que había un recinto de torturas. Su actuación en resguardo de los derechos humanos fue respondida con persecución política al interior del poder judicial.
La Corte de Apelaciones resolvió por tanto mantener en prisión a los jóvenes luchadores sociales Jean Nicolás Godoy Miranda (de la comuna de San Bernardo), Nicolás Matías Ubilla Donoso (Quinta Normal), Marcelo Tapia Véliz (Recoleta) Paloma González Herrera (Renca) Alejandro Nicho Mendoza (Santiago) Sebastián Cambiazo Toro (Ñuñoa), Daniel Sepúlveda MolinA y José Salgado Roca (ambos de La Pintana) Diego Alvarado Avilés y Jaime Rubio Flores (ambos de El Bosque), Ismael Donoso Salazar (Padre Hurtado), Gabriel Astorga Sánchez (Las Condes) y Raúl Leiva Cocio (Peñalolén), y sin duda ello alcanza al resto de los presos acusados de ser Primera Línea. Muchos de ellos, liberados anteriormente, se presentaron voluntariamente porque se les dijo que sólo iban a hacer un trámite, según denuncia y lamenta la señora Rosa Donoso, madre de Nicolás Ubilla, que instó a su hijo hacerlo.
Desde el inicio de la pandemia, la Coordinadora por la Libertad de lxs Presxs Políticos 18 de Octubre ha demandado la libertad de los aproximadamente 2300 presxs políticos que permanecen como rehenes del gobierno de Piñera en la cárcel Santiago 1 y otros recintos carcelarios del país, en condiciones de hacinamiento y con grave riesgo para su salud.
Está claro que de los jueces chilenos no es posible esperar justicia, y por eso, impedidos de movilizarnos en las calles en resguardo de las vidas de todes, debemos viralizar esta gran campaña por la liberación de los y las presxs políticos y la restitución en funciones del juez Daniel Urrutia.
Comisión Ética Contra la Tortura Chile
Coordinadora por la Libertad de Lxs Presxs Políticos Chile
Santiago de Chile, 25 de marzo de 2020.
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